sábado, 31 de diciembre de 2016

¡FELIZ 2017!

Regresábamos de almorzar en una cercana cevichería*, todo el personal a cuenta de la compañía, con motivo de fin de año.

En el trayecto de regreso tuvimos que pasar por debajo de unos árboles cuyas ramas se descolgaban sobre el camino, esto obligó a los más altos del grupo a agacharse, yo con mis 1.70 mt apenas incline la cabeza, pero el que se agachó al extremo de doblarse fue el chato Muñoz que no debe pasar del 1.55 mt.

Todos miramos al chato agacharse, luego nos miramos entre nosotros y por un instante se produjo un notorio silencio que me vi obligado a romper:

Elmo: Oe chato, ni siquiera yo me he agachado y tú te agachas hasta el piso.
Chato Muñoz: No, lo que pasa es que cuando vine me cagó una paloma desde esos árboles.
Todos: Ahhhh …
Elmo: Entonces, el único que va a tener suerte en el año 2017 es el chato.

* Restaurante donde venden ceviche, plato propio de la gastronomía peruana.