miércoles, 28 de mayo de 2014

No culpes a la luna

Debía realiza un trámite en una entidad pública, por lo que me apersone a primera hora a dicha entidad y era el primero en la cola.

Mientras esperaba al otro lado de la ventanilla de atención, el personal de aquella entidad empezó a llegar. Cuando llegó la señorita que atendería la ventanilla en la que me encontraba, se sentó y empezó a buscar en los casilleros de su escritorio, sacó frasco con un líquido celeste lo roció en un trapo blanco y comenzó a limpiar la luna de la ventanilla.

Lo hizo varias veces y con tal fruición que me animé a decirle “señorita, no culpe a la luna, la luna está limpia, mi cara es así”, se rió y me atendió con una cortesía que uno no espera en una entidad pública.  

7 comentarios:

  1. Me encanta!!! jajaja Qué buena!
    Es que seguro la chica se quedó con una sonrisa para todo el día. Buena forma de empezar el trabajo pesado!
    Beso!

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  2. Eduardo Rodriguez:
    Pero a ti no te tratan como me tratan a mi.

    Un abrazo.

    Marite Alarcón:
    Lo que ocurrió es que me acordé de los mensajes que antes ponían las televisoras cuando la señal llegaba mal: "no toque su televisor, la falla es de origen".

    Un beso.


    Gary Rivera:
    Yo lo tome como algo personal.

    Saludos.

    la MaLquEridA:
    Eso sí sería un gran logro.

    Saludos.

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  3. Yo tb m hubiera revolcado de la risa. Y se me hace como que exageras!!! XD

    Un abrazote!!

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  4. FrancHis Neumann:
    Nada exagerado, la historia es real y realmente soy bien feo.

    Un abrazo.

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Deje aquí su maní salado o confitado, pero nunca crudo: