Elma: Elmito,
¿Cuántos de tu salón te ha confirmado para tu cumpleaños?
Elmito: Todos,
mamá.
Elma: ¿Estás
seguro que todos?
Elmito: Sí, mamá.
Después de
acompañar a Elmito a todos los cumpleaños de sus compañeros de colegio,
sabíamos que a las fiestas de cumpleaños solo van un poco más de la mitad, pero
por si acaso compramos un excedente de cajitas felices; “si sobran cajitas
felices, nos las terminamos entre Elmito y yo” agregué.
Fue La Fiesta del
año, el local se llenó, hubo que triplicar la cantidad cajitas felices, asistieron todos sus compañeros del colegio con sus hermanos (excepto
uno que envió su regalo posteriormente), familiares, amigos del barrio,
incluyendo unas amiguitas venezolanas que Elmito conoció en el parque. Fue la primera
fiesta peruana-venezolana del barrio, antes de la pandemia.
Mi esposa, como siempre, puso la nota de seriedad. Les advirtió a las animadoras de La Fiesta que "para los concursos y bailes llamen a mi esposo, él está acostumbrado al ridículo". Yo feliz de bailar con los peluches de Elmito.
El comentario
general entre todos los padres de familia asistentes fue la asistencia masiva y
la popularidad de Elmito.
Este 27 de
octubre se cumplieron dos años de aquella fiesta en la que Elmito nos demostró
su popularidad.
Elmito: ¿Mamá, tú
eras popular en tu colegio?
Elma: No.
Elmito ¿Y tú
papá?
Elmo: Creo que un
poco.
Elmito: Yo si soy muy popular, tengo amigos en todos los salones de mi colegio.