sábado, 22 de noviembre de 2014

Adiós Susana Villarán, ¿adiós reforma del transporte?

Susana Villarán se va, con más pena que gloria, y éste pretende ser un balance desapasionado de su labor frente al municipio capitalino.

En primer lugar hay que mencionar el viento en contra que marcó su gestión, los medios de comunicación la tuvieron contra la pared desde candidata y no asimilaron que derrotara a "su candidato" Castañeda.

Es así que desde el primer día en el sillón municipal tuvo la revocatoria como espada de Damocles sobre su cabeza, revocatoria que se llevó a cabo, cuyo propósito no solo fue sacarla del municipio sino crear inestabilidad en su gestión, retrasar las inversiones, desmembrar su cuerpo de regidores, pero sobre todo anular su inscripción electoral (lo que más tarde la obligaría a buscar el vientre de alquiler de ese mamotreto llamado Diálogo vecinal).

Pero la derrota de Villarán es también por culpa propia, no solo por faltar a su palabra de no "permanecer ni un día mas" en el palacio municipal sino también por otros "méritos propios" cuyo denominador común fue su falta de conexión con la realidad.

Así tenemos: la erradicación de La Parada mal planeada y mal ejecutada, no solo afectó a los comerciantes de La Parada sino también a todos los comerciantes de Lima, incluyendo a los vecinos del lugar que tenían una actividad económica alrededor de dicho mercado mayorista.

La ineficiencia fue otra de sus marcas indelebles, cuya mejor muestra es el Puente Bella Unión que hasta ahora no es reconstruido y se sigue usando un puente provisional Bailey, a cuya construcción se opuso y que Castañeda aprovechó para en plena campaña electoral colocar un panel con el lema "El puente Lucho lo hará".

También cayó mal en la opinión pública los sueldazos, dietas y comisiones que cobraban sus asesores, regidores y consultores. La palabra caviar se hizo de imperiosa necesidad para nombrar a tanto fulano que cobraba muy bien en el municipio sin que se viera trabajo tangible alguno, el único merito de tales caviares era ser amigo de Susana, de las ONGs ayayeras o de la "infanta" que mandoneaba en el municipio como si fuera su chacra.

Pero el espectáculo mas triste y patético fue el protagonizado por Susel Paredes, luego premiada como vocera, inutilizando con una aplanadora los carritos donde humildes mujeres (¿y la defensa de las mujeres?), se ganaban la vida vendiendo huevos sancochados, mientras ella adoptaba una pose de emperatriz para la foto de rigor, como si a dichas mujeres les sobrará el tiempo y el dinero para dedicarse a cosas inútiles como los caviares.

Empero, Susana fue la única alcalde de los últimos tiempos en comprarse, en serio, el problema (y lío) con el trasporte público y que ojalá no la reforma emprendida por ella, no se detenga.

4 comentarios:

Eduardo Rodríguez dijo...

pues si en algo te doy la razón es que la tía se compró el problema y quiso resolverlo y no lo pasó como lo han hecho otros alcaldes. El gordo Andrade fue otro que solucionó el problema del comercio ambulatorio y al final lo reemplazaron por el ratero de Castañeda. Bueno, cada ciudad tiene el alcalde que se merece... que sigan robando!.

Elmo Nofeo dijo...

Eduardo Rodriguez:
El gordo Andrade hizo algo, pero era más figureti.

Lamentablemente la democracia ha sido pervertida para elegir a malas autoridades, si no fíjate en el ejemplo mexicano.

Saludos.

Gary Rivera dijo...

Lo que ha sucedido con esta alcaldesa ha sido una manipulacion horrible y a eso se le suma sus propias torpezas. Sin embargo (en esto coincido contigo) es la unica que ha tenido los ovarios bien puestos para encarar un problema tan grande!

Elmo Nofeo dijo...

Gary Rivera:
Yo creo que Susana ya no tiene futuro político.

Saludos.