En la universidad, en semana de la facultad, se acostumbraba celebrar un partido de fútbol entre alumnos y profesores. Italo, que había sido desaprobado por el profesor Zárate, rogaba al delegado del equipo de los alumnos:
- Ponme, pe.
- Ya te dije que no.
- ¿Por qué no?
- Porque vas a cagar el partido.
- Solo ponme en los últimos 5 minutos.
- ¿Qué le vas a hacer al profe?
- Solo le voy a dar mi cariño.
El profe Zárate estuvo dictando sus clases con muletas durante dos meses luego de dicho partido.
El fútbol servía para que alumnos y profesores resolvieran sus diferencias de manera civilizada. Hoy en día, hay alumnos que contratan sicarios.
Recordé esto hoy que cumple años Carlos Bilardo.
¡Feliz cumpleaños, doctor!