jueves, 14 de enero de 2010

Autoestima e Identidad

Se define el autoestima como el amor propio, el quererse a sí mismo; y la identidad como el sello personal que cada uno logra construir a partir de sus orígenes.

La falta de autoestima y de identidad, se puede notar en muchas situaciones que ya hemos adoptado como naturales, por ejemplo:

- el viajar doblado en una combi,
- el hacer una cola en el patio de comidas, o
- el mismo hecho de arrojar la basura en las calles, ¿díganme si eso no es renunciar al hecho de vivir en un lugar limpio y bonito?

Una frase que tengo grabada en mente desde hace mucho tiempo es aquella que dice "sólo tenemos 5 años para educar a un hombre mientras que para su instrucción tenemos toda una vida". Son precisamente esos cinco primeros años, donde se construye el autoestima y se empieza a cultivar su propia identidad, los que desperdiciamos.

Siendo el autoestima y la identidad dos valores importantes en toda sociedad y que debemos cultivar, ¿qué hacemos nosotros como padres y/o maestros?, nos dedicamos a golpear el autoestima de los futuros ciudadanos machaconamente.

El primer golpe al autoestima del niño se lo damos incluso antes de nacer, cuando el bebé aún esta en el vientre de la madre ya sea por falta de planificación o por un simple capricho de "yo quería que fuera hombre" no le damos el cariño necesario; la psicología moderna nos dice que los bebés en el vientre de la madre son capaces de percibir esos desamores y que esos niños al nacer van a tener problemas de lenguaje, micciones nocturnas y de mayores serán persona con una baja autoestima.

El segundo golpe se lo propinamos apenas nace, cuando hay que ponerle un nombre, ¿y qué nombre le ponemos?, en lugar de ponerle un nombre decente y contundente como Marco o José preferimos un huachafoso Yiamphier Alhexis, lo cual es una evidencia de la falta de autoestima de los padres, ¿qué se podría esperar de unos padres que no están orgullosos de lo que son y de lo que han logrado, ¿qué autoestima pueden inculcar a sus hijos. El nombre no hace a la persona, las personas hacemos nuestro nombre.

Apenas aprende a caminar, le aplicamos el tercer golpe, en lugar de enseñarle a escuchar nuestra música y bailar nuestros bailes, le enseñamos bailar el meneíto o el curicuticuricuta, situación similar ocurre en la escuela. Ese niño va a crecer creyendo que es más cool escuchar música en inglés, va a anteponer lo extranjero a lo peruano y va a ser presa fácil de la alienación.

Una vez que el niño aprende a hablar aprovechamos para aplicarle un golpe más en su precaria autoestima. Cuando recibimos visitas en casa, para demostrar que nuestros hijos son mejores, le reprochamos "saluda, ¿no sabes saludar", "¿no te enseñaron a saludar en el colegio?". Y no nos ponemos a pensar que el niño aún esta descifrando quien es el visitante, un tío, un padrino, un señor cualquiera, que distinto sería que se le dijera "ven una ratito te presento a tu tío Salvador". Lo que más daña es el escarnio en público, las llamadas de atención se deben hacer en privado, los elogios se hacen en público.

Contaba Fredy Ternero, el entrenador más exitoso del Perú que el hijo de su preparador físico argentino con el que sacó campeón sudamericano al Cienciano, siempre lo trataba de “Che Fredy” nunca le decía Señor Ternero, eso no es falta de respeto sino tener el autoestima muy en alto y vaya que los argentinos si lo tienen.

Por otro lado, los medios de comunicación ejercen una influencia perversa en la autoestima de los ciudadanos. En todas las películas norteamericanas que son la mayoría, el chino es cochino, el indio es traidor, el negro es ladrón, el latino es flojo y el blanco siempre es el bueno, lo cual es un insulto a la inteligencia, pero miren la cantidad de gente que va a ver esas películas.

La prensa escrita y hablada repiten indolentemente los sonsonetes “el peruano es impuntual” (hasta nombre le hemos puesto, “La hora peruana”), el peruano es flojo, el peruano es pirata, golpeando el autoestima de los peruanos día a día. Sépase que los piratas tenían títulos de sir y los corsarios tenían patente de corso de sus gobiernos para que cometer los saqueos y miren quienes son los que lo dicen, son los medios de comunicación piratas que saquearon las arcas peruanas usando los dólares MUC como patente de corso y hoy lo hacen con la publicidad estatal.

Si observamos a nuestro alrededor veremos que los países que cultivan mejor su autoestima son los países mejores desarrollados, es el caso de Brasil, Argentina, México y últimamente Chile.

El peruano es inteligente, ingenioso, trabajador sólo le falta quererse un poco más, creer un sí mismo y eso es lo que debe buscar la educación básica en el Perú, no llenarlo de conocimientos que puede adquirirlo a lo largo de toda su vida.

Estamos destinados a ser ganadores, si Dios nos hizo diferentes no es para que vayamos comparándonos por la vida, sino para que cada uno pueda ser el mejor en su categoría. Y Dios lo quiso desde el mismo momento de la concepción, porque en la determinante carrera hacia el óvulo, no le ganamos a uno, no le ganamos 11 de un equipo de fútbol, ni a miles de un examen de admisión, le ganamos a millones y millones en una carrera de vida o muerte.

sábado, 2 de enero de 2010

Chao Telefónica, hola Claro


CHAO TELEFÓNICA:
Porque te fui fiel durante 16 años y cuando tuve algo que reclamarte me desdeñaste con un “si sigues conmigo, tú debes saber porqué”.

Porque engañaste a los que quiero, con cosas como “con Moviline vas a tener trabajo siempre” o “cámbiate a la tecnología digital para que veas quien te llama”.

Porque la vez que me robaron el celular me cobraste más que a un cliente recién llegado por un nuevo aparato.

Porque en un sólo día tu sistema tuvo cinco fallas, te recuerdo que ese día me hiciste esperar por más de dos horas porque tu personal había entregado mi aparato a otro cliente quien tuvo que regresar desde su casa para hacer el cambio, por supuesto que aún conservo el toma-todo que me diste a manera de desagravio.

Porque el 15 de Agosto de 2007 tuve que esperar casi tres horas para poder llamar a casa, cuando Charlie con el servicio de la competencia lo logró en menos de 5 minutos, para saber de los míos.

Porque en las fechas más importantes los mensajes que enviaba o las notificaciones de llamadas no concretadas llegaban después que yo.

Porque tu señal que llega a la oficina es muy débil y el de la competencia es fuerte.

Porque ahora pretendes que te firme un contrato por un año para descontarme sólo 89 soles por el aparato que me gusta, cuando antes me los vendías a un sol o me lo regalabas, tú sabes que nunca pedí mucho en aparatos.

Porque ya no quiero depender de las tres S (Saldo, Señal, Suerte) para hacer una llamada.

Porque al “Somos más, pagamos menos” le falta “porque nos comunicamos menos”.

HOLA CLARO:
Al rey de la puna no pretendas venderle llamas, conmigo vas a tener que ser clarísimo, sobretodo con las promociones.