miércoles, 12 de diciembre de 2018

El Señor Berto

En realidad, se llama Juan, pero fue rebautizado por Elmito a sus 3 años.
Las cosas ocurrieron así: Cada vez que Elmito salía del nido, camino a casa debíamos pasar por la bodeguita del barrio, la cual era atendida por la Señora Berta, una señora mayor que lo atendía con la mayor paciencia y dulzura del mundo.
Un buen día, en vista que la señora Berta enfermó (cosa que nos enteramos después), quien nos atendió fue su esposo, el señor Juan:

Elmito: ¡Señora Berta, señora Berta! (Elmito sabía que tenía que gritar para que le escuchara la señora Berta).
Señor Juan: ¿Sí, qué desea?
Elmito: (Casi sin pensarlo) Señor Berto, déme una cocacola y una galleta casino.
Elmo: Elmito, no se llama Señor Berto, ¿Por qué no le preguntas como se llama?
Elmito: Se llama Señor Beto, Señor Berto.

El Señor Juan se encogió de hombros (aceptando el cambio de nombre) mientras iba por el pedido de Elmito.

Una vez que Elmito tuvo en sus manos su pedido (y luego del pago respectivo), se despidió con un “chau Señor Berto”.

Desde entonces, el Señor Juan paso a llamarse Señor Berto.

4 comentarios:

Unknown dijo...

eso te convierte en don Elmo?

Elmo Nofeo dijo...

Daniela Muente

Nooooo, Elmo a secas, no uso ni mis títulos académicos y voy a usar el "Don".

Saludos.

Fiorella dijo...

Me gustan las historias de Elmito <3
Un día podemos compartir historias con Elmito y Raffa, amigo Elmo. Sería divertido. Obviamente con la Sra de la casa presente. Sería muy divertido :)

Elmo Nofeo dijo...

Fiorella Figueroa
Sería genial, Elmito ha salido más sociable que yo, no se pierde ninguna oportunidad para salir.

Un abrazo.