Estamos divorciados

Los 30 de cada mes son días de pago, la compañía me paga a través del Banco del Cuy del Perú y yo le pago a la tienda por departamentos que me permite “pagar menos y vivir mejor”.

Es así como el 30 de Junio me acerque a las 5:30 PM a la agencia del banco, ubicada en el Jockey Plaza, con la intención de retirar el efectivo que me permitiera pagar la tarjeta de crédito, a los pocos minutos hizo su aparición una señorita del banco indicándonos a todos los que estábamos en la cola que no había sistema y no había plazo de reposición.

La cola se fue dispersando, permanecí en la cola ya que estaba muy cerca de ingresar y aún no eran las 6:00 PM que es la hora en que cierran las puertas de ingreso del banco. La gente salía del banco decepcionada lo que motivó que el policía de la puerta hiciera pasar a los pocos que quedábamos en la cola.

Una vez dentro la misma señorita que avisó que no había sistema, ordenó a las personas de la cola y uno a uno fue consultándole acerca de la operación a realzar y si podría llevararla a cabo o no, si la operación era posible le entregaba un formulario azul; cuando me llegó el turno le indique que iba a hacer un retiro mayor al permitido por el cajero y me entregó un formulario rojo con la advertencia de “no es seguro que proceda su retiro”. Aún así hice la cola, ese día vencía el plazo de pago, llené el formulario y espere mi turno en ventanilla.

Cuando llegó mi turno en ventanilla, la señorita que me atendía al ver el monto a retirar me dice “¿no puede ser algo menos?”, acepte la reducción del retiro a un monto que me permitiera pagar la tarjeta de crédito no sin antes reclamarle “¿dónde está el cuy cuando uno necesita plata?”. Era la primera vez que un banco me regatea y con mi plata.

Retire el efectivo e hice el pago de la tarjeta.

Al día siguiente, antes de regresar a casa a almorzar, en vista de que tenía algo de tiempo me decidí a pagar los servicios de la casa, para lo cual me dirigí al cajero más cercano del Banco del Cuy del Perú para retirar efectivo. Al tratar de hacer el retiro, el cajero se quedó con mi tarjeta y me entregó un papelito en el que se leía “Su tarjeta ha vencido y ha sido retenida por seguridad”. ¿Soy acaso el único que no se fija en el vencimiento de sus tarjetas?, ¿Qué les cuesta poner un aviso en la pantalla de inicio del cajero si es que no pueden hacerlo de manera personalizada en cada cuenta?

Decidí no echar a perder mi Viernes, ingresé a la agencia del banco, saqué mi ticket de espera y me senté a esperar. Luego de unos 25 minutos de espera me llegó el turno y le explique lo sucedido a la señorita de plataforma y se dispuso a entregarme una nueva tarjeta. Estábamos finiquitando la operación con el consabido cambio de clave cuando a la señorita de plataforma se le escapa un “Uy, se me cerró el sistema”, le pregunté “¿Eso que significa?”, me respondió que “no sabía si el cambio de clave de había llevado a cabo o no”. Me derivó a banca exclusiva (mi cuenta es sólo de ahorros y de exclusiva no tiene nada, la tengo sólo porque la compañía me paga por ese medio) para verificar si el cambio de clave había procedido o no.

En banca exclusiva, comprobamos, el ejecutivo de cuentas y yo (no me gusta hablar en plural innecesariamente y de eso se aprovecha mi esposa para acusarme de egoísta), que el cambio de clave no se había producido, realizamos otra vez el procedimiento de cambio de clave y le pregunté si era normal todos esos inconvenientes, incluyendo el episodio de la caída del sistema de ayer, me dijo “no, lo suyo es un caso raro“. Le pedí hacer en la misma ventanilla el retiro que necesitaba para no tener más inconvenientes en el cajero, lo cual aceptó.

Definitivamente, la tecnología y yo estamos divorciados.