sábado, 15 de diciembre de 2007

Elina

Llegué al punto de nuestra cita,
ella ya se encontraba allí,
al parecer tenía un buen rato esperando
o planeando lo que haríamos ese día.

"Agarra una piedra" me dijo manera de saludo,
frené en seco, escondí mi saludo y la miré con desconcierto,
"éstas sordo" me espetó,
me zarandeó con la mirada hasta hacer lo que me pedía,
escogí con la mirada la piedra más limpia
que había a mi alrededor y la sostuve en mi mano.

"Vámonos" casi gritó y se dió la vuelta,
yo la seguí apurando el paso para no perderla,
nos dirigimos al Ovalo de La Perla
y abordamos el bus que nos llevaría a La Punta.

Elina era flaca, atlética y diferente a las otras chicas,
usaba unos gruesos lentes de carey que no la favorecían,
le escribía poemas a las matemáticas y a la física,
era buena en física, que era nuestro mayor tema de conversación.
Ella con falsa modestia decía que yo era bueno,
y yo con sinceridad puedo decir que ella era mejor.

En una de las prácticas de laboratorio de física,
al momento de entregar nuestras respuestas, su respuesta divergía de la mía,
ella había anotado que la frecuencia era la misma y yo que no lo era,
el profesor se dirigió a mi "¿Porque crees que la frecuencia no es la misma?"
yo hice una argumentación a mi parecer correcta,
el profesor se volvío hacia ella y le dió la razón "Tu respuesta es correcta, pero ¿porqué crees que la frecuencia es la misma?"
ella tenía un argumento más contundente "porque así tiene que ser",
ella era así.

Le molestaba caminar entre la multitud,
siempre vestía con blue jean y polo ceñido,
parecía la versión femenina de Rambo,
los compañeros de la universidad
tarareaban la cancíon de Rocky cuando pasaba sola,
pero sólo murmuraban cuando pasaba conmigo.

No sé si yo era su mejor amigo, aunque andábamos juntos mucho tiempo,
no podía ser su enamorado porque ya tenía uno de nombre Antonio.
Antonio era un tipo buena gente y era notorio que la amaba,
yo podrìa decir ciertamente que ella sobre todo lo respetaba,
en una ocasiòn que me burle del VW rojo de Antonio,
ella me aclaró "no importa el tipo de carro, lo importante es que sea tuyo
y que te haya costado tu plata".

Todas esa imagenes corrieron por mi mente durante el trayecto
en el que ella no habló, no paró de acomodarse en el asiento
y se limitó a mirar por la ventana.

De pronto todo ocurrió de golpe,
la imagen en mi mente se congeló,
el cobrador del bus gritó "último paradero",
ella dijo "bajamos",
yo tenìa una piedra en la mano
y ella otra en el bolsillo trasero.

Me imagine en muchas situaciones,
asaltando al bus con la piedra,
buscándole la bronca a alguien,
apedreando un edificio público,
adentrándonos en calles peligrosas,
en fin ...

Bajamos del bus, nos dirigimos al malecón, caminamos por los rompeolas,
ella balanceando lo brazos y yo con las manos en los bolsillos,
ella se sentó sobre las rocas aparentemente con la intención de contemplar el ocaso
y yo la imité.

De pronto, como quien se prepara para una pelea, se puso de pie y en un rápido ademán saco la piedra de su bolsillo y la tiró al mar lo más lejos que pudó mientras gritaba con toda el alma. Se volvío hacia mí y me dijó "te toca", me levante y tire la piedra con todas mis fuerzas pero no sé porque no pude gritar.

El regreso fue similar a la ida, pero esta vez ella se agarró de mi brazo y me
produjó la sensación de ser yo quien había propiciado todo lo anterior.

Volvimos a repetir ese ritual varias veces mientras cursabamos el primer año de universidad y cada vez podía gritar un poco más.

Dias antes de comenzar las vacaciones fuimos por última vez, aquella vez luego de tirar nuestras piedras y gritar nuestras rabias nos dimos un abrazo, un abrazo muy fuerte que luego comprendi que era uno de despedida.

Terminaron las vacaciones, comenzó el segundo año y entre los que decidieron no
continuar estudiando estaba ella.

Seguí yendo a La Punta con mi piedra en el bolsillo, mis ganas de gritar y con el deseo de encontrarla, pero nunca más la ví y hasta hoy tengo tantas piedras que botar y demasiado grito aguantado.

2 comentarios:

Anónimo dijo...




Talvez ella espera que lo sigas haciendo sin su companhia.. estoy segura que algun dia cuando menos lo esperes ella aparecera y gritaran juntos otra vez...


Gracias por la visita!
Me gustaron tus letras...

Espero verte mas seguido...
por mi parte amenazo con volver :)


Elmo Nofeo dijo...

Bienvenida Truly ...

La próxima vez que vaya voy a gritar hasta que me escuche.

Vuelve cuabdo quieras.