Hace unos días asistí a uno de esos eventos organizados por un fabricante de software y lo hice acompañado de Carlos, mi asistente. Era una jornada de un día con almuerzo y coffee break incluído, en algún momento de la jornada y ante la necesidad de anotar algo le pedí prestado a Carlos su lapicero, un Parker original y grabado.
Terminado el evento, nos despedimos y siendo la hora avanzada nos fuimos a nuestra respectivas casas. Al día siguiente Carlos me pide su lapicero:
- Ingeniero, ayer le preste mi lapicero ... (casi pidiendo permiso).
- Déjame ver ... (palpándome todos los bolsillos del saco), Carlos ¿no te lo devolví?.
- No ingeniero, ...
- Creó que ya fue Carlos ... (con cierta verguenza).
- Ingeniero era un recuerdo de mi promoción.
- Pues, creo que seguirá siendo un recuerdo ...
5 comentarios:
Jajajajja
Pobrecito el chico :(
Regalale otro aunque sea pes..
Truly:
Lo siento, pero el chico ya no trabaja conmigo.
que maloooo!
era un recuerdoo!!!
xD
Karen:
Y seguirá siendo un recuerdo :)
Tarde o temprano sucederán dos cosas : el lo pierde o lo olvida. Inevitable. Y ahora hasta el chico aquel ya es un recuerdo.
Memories... memories... jajaja.
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